Tres formas de potabilizar el agua en casa

0 hace 4 años

El agua dulce es un líquido vital para nuestra vida. No solo nos refresca y calma nuestra sed, sino que cuida nuestro organismo y nos permite mantener una buena higiene para protegernos de virus, parásitos y bacterias, por lo que contar con un buen acceso a ella y su calidad son fundamentales para la salud de todos los seres vivos.


A pesar de lo esencial que es este líquido, hoy en día 1 de cada 3 personas no tiene acceso a él y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF, al menos, “2000 millones de personas se abastecen de una fuente de agua potable que está contaminada por heces”, lo cual supone un problema gravísimo porque  es causante de múltiples enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Estas organizaciones calculan que “la contaminación del agua potable provoca más de 502.000 muertes por diarrea al año”.

¿A que se debe esto? Principalmente, a los “servicios de agua y saneamiento inexistentes, insuficientes o gestionados de forma inapropiada, lo que conlleva que el agua que beben cientos de millones de personas se vea peligrosamente contaminada o polucionada químicamente”, explica la OMS.

¿Cómo podemos hacer para cuidar y sanear el agua que llega a nuestros hogares y así cuidar a nuestras familias? Aquí te brindamos unos tips para que lo logres de manera efectiva:

Hierve el agua: Para poder potabilizar el agua, hay que hervirla hasta que alcance el punto de ebullición (100º C) y así se puedan eliminar las bacterias.

Este proceso puede durar 5 minutos, pero es importante tomar medidas adicionales para evitar otras fuentes de contaminación como las manos, los utensilios o recipientes de almacenamiento. Con el fin de evitar esto, se puede almacenar el agua en el mismo recipiente en que se hirvió, y en caso de trasladar el agua a otro recipiente, es necesario que éste previamente se haya higienizado para introducir el agua.

Tabletas de yodo: El yodo es eficaz contra los virus, bacterias y microorganismos causantes de enfermedades transmitidas por el agua. Presenta ventajas frente al cloro ya que es más fácil de manejar, se inactiva menos por substancias orgánicas y protege contra protozoos y sus formas quísticas.

Actualmente, existen unas tabletas que contienen la dosis necesaria para desinfectar el agua potable y se pueden adquirir en farmacias, tiendas de agua y algunos supermercados.

Filtros caseros: Algunos son hechos con materiales como arena, grava, carbón activo, cerámica o una botella. Estos elementos trabajan eliminando impurezas y junto con el carbón y microorganismos benignos, también eliminan agentes infecciosos y perjudiciales para la salud. Al hacerlo de forma correcta, el agua pasa por estos materiales que van deshaciendo sus impurezas, la limpian y la hacen apta para el consumo.

Un filtro de agua ayuda a eliminar virus, parásitos y bacterias. Además, le dan un mejor sabor al agua y protegen nuestro organismo de enfermedades gastrointestinales, puesto que eliminan las bacterias que ocasionan infecciones como la criptosporidiosis.

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