Teóloga, educadora de lingüística y literatura, y con una maestría en literatura latinoamericana, Edy González es una mujer con vocación y una amplia experiencia en el trabajo comunitario, que inició su labor con las comunidades varios años atrás al ganar un concurso en la Gobernación de Aragua. En una entrevista con la Red Actívate y Construye, cuenta sus experiencias y esas motivaciones que la llevan a seguir trabajando como líder comunitaria.
¿Cómo nació la organización Conexión San Mateo?
Trabajé 25 años en la Gobernación de Aragua y en el año 1999, gané un concurso para docente de aula y me enviaron a la Colonia Tovar, estuve ahí tres años en el sector Capachelito y observé mucho maltrato a los niños, muchas formas inadecuadas de criarlos, por lo que me puse a pensar que yo podía aportar soluciones para que los niños tuvieran una calidad de vida y un estilo de crianza sano, aportando a la comunidad algunas enseñanzas, así que creé un proyecto junto a una amiga y colega que es psicóloga, a quien le expliqué la situación y cómo se podía enseñar a la comunidad a ser diferente y a apoyar a los niños, que tuvieran otras oportunidades porque ahí no tenían otra aspiración más que dedicarse a las tierras y a la siembra, sin mayor proyección de vida. No pensaban en el futuro y sus padres tampoco, entonces me reuní con ella y creamos un proyecto llamado “Escuela para padres”. Le presente el proyecto a mi jefe, lo aprobaron y comenzamos a trabajar con la comunidad.
¿Qué la motiva a trabajar con las comunidades?
Me motiva el poder compartir lo que aprendí y lo que me hizo ser una persona exitosa. Los principios de vida a mí me cambiaron emocionalmente y me dieron mucha estabilidad, aprendí a tener éxito en muchas áreas de mi vida y esa es mi primera motivación, poder compartir todo esto para que otros también tengan éxito.
¿Cuáles han sido los obstáculos? ¿Cómo los han superado?
Uno de los obstáculos fue que, a partir del 2015, disminuyó el aporte económico que daban algunas familias y empresas, con lo cual dábamos meriendas, útiles escolares y cubríamos gastos administrativos, porque las familias se fueron del país y algunas de las empresas cerraron. Ya no podían dar el aporte.
Sin embargo, gracias a Dios estábamos pensando cómo desarrollar un área para los jóvenes que no tenían oportunidad de culminar en el liceo o tener estudios universitarios, por lo que avanzamos en el registro y la creación de la Academia Conexión San Mateo. Dejamos de estar en algunos sitios de San Mateo y nos concentramos en una oficina que tenemos con espacio para atender a los niños. Nos reinventamos, hicimos muchos cambios sobre cómo trabajamos en la fundación y avanzamos en esta visión, en la que damos oportunidad de formación, ahorro a la familia y, a la vez, los formamos con principios de vida.
No ha sido fácil, pero ha sido un gran trabajo en equipo, semana tras semana, para poder mantenernos, aún en las circunstancias que vive el país.
Diga una experiencia que la haya marcado
Nuestra época desde el año 2007 al 2014, porque fueron años de esplendor para la organización. Logramos abarcar muchas áreas, trabajamos en liceos, llegamos a tener 600 matrículas y lo mejor fue que pudimos cambiar muchas vidas de manera positiva.